Acceso de vehículos

El acceso de los vehículos a los parkings (cubiertos, cerrados, subterráneos ...) se realiza mediante rampas. De hecho, un estacionamiento puede tener varios niveles (pisos o sótanos) y moverse de un piso a otro debería ser fácil. Por lo tanto, existen estándares que regulan las dimensiones y las pendientes de las rampas para que el acceso a los vehículos en los estacionamientos sea lo más fluido posible. Además, debe haber diferentes puntos de salida para el usuario que acaba de estacionar su vehículo.

Acceso de vehículos a parkings en la entrada

El estacionamiento es identificable por una señalización estandarizada que es la letra "P". La entrada al parking puede controlarse mediante una barrera de elevación con un sistema de peaje (cajas de pie) y un centro de control o unidad central. Una vez pasada la entrada, los vehículos pueden ser guiados a una plaza de parking gratuita. Muchos parkings utilizan el sistema de guía electrónica para optimizar la gestión de los lugares disponibles y así permitir al usuario encontrar rápidamente un área libre sin perder tiempo.

Dimensiones y pendientes de las rampas de estacionamiento

Para pasar de un piso a otro y llegar al lugar de estacionamiento, los vehículos usan rampas que pueden ser de una o dos caras. Para facilitar la circulación, las dimensiones, las pendientes, el ancho y los diámetros de las rampas están normalizados. Por lo tanto, la pendiente óptima de las rampas debería ser idealmente del 11% sin exceder el 18%. Por lo que se refiere a las curvaturas, sus radios no deben superar los 15 m en el caso de los pies de la rampa y no más de 10 m en el caso de la parte superior de la rampa. Para las rampas de sentido único, el ancho mínimo de las vías de tránsito (entre paredes y postes) debe ser de 3 a 4 m, mientras que para las rampas de dos vías debe ser de al menos 5,50 m.

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